Gruta
Eres una nube de polvo cósmico.
Latiendo, dilatándose.
Somos luz en las sombras del otro,
movidos en este trueque de estrellas.
Yo soy una constelación errante
de astros muertos hace milenios.
No soy más que una ilusión en tu lado del túnel.
Este agujero negro que nos divide el universo.
Fuerza que nos atrae y destruye sin pena.
Hubo un delirio celeste,
una gruta abierta en el tiempo,
conspirada en cerrarse.
Pero estuvimos dentro mientras duró el prodigio
y nada importó más que nuestras gravedades.
Hace mucho que no cazo espectros.
Me dedico a creer.
Y a evitar colisiones
Borrascas
Han pasado por mi alma y le han dado un nuevo color.
Como cuando al agua se le agrega vino.
Emily Brontë (Cumbres Borrascosas)
Amor visceral.
Negado «sí» impronunciable.
Demonio, salvaje, viento frío.
Ya no tengo cómo perdonarte.
Catalina maldijo su propia desgracia,
arqueó el cuerpo envuelta en fiebres.
Pedía correr hacia el páramo.
Tordos es la finca de las farsas.
Irónica, histérica,
Loca, pero en silencio, loca.
Otra vez sueño con Heathcliff.
Caminamos juntos sobre rocas.
Lloramos por otros sin mencionar sus nombres.
Ahora ya no puedo perdonarte.
Rugiste en mi calma demasiados deseos.
Olvidaste besarme en mi lecho de muerte.
Caída libre
A dónde me llevará esta caída es difícil saberlo.
Soy un bulto pesado,
corazón que se arroja al vacío.
Basura cósmica.
Gravedad cero.
Solo importa cerrar los ojos y caer.
Aunque caer no implique caer hacia alguna parte.
Estar varada en este espacio desconocido no es tan malo,
lo peor es estarlo en este tiempo que sí conozco.
Este minuto exacto es indiferenciable de mí,
Es donde me arrojé y ahora caigo.
Lejos de Dios y de ti,
como las hojas amarillas de los árboles.
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